21 noviembre 2011

unocuatro.

Hoy me he parado a pensar y me he dado cuenta que a lo tonto a lo tonto, él, el que apareció de la nada; se ha echo algo más que importante en mi vida, que ahora me levanto y lo primero que hago es despertarle con un "buenos días, te quiero", quizás pienses que es cursi o estúpido, pero me da igual, me gusta hacerlo, me gusta que sepa que ya desde bien temprano pienso en él. Que antes las semanas se me hacían largas esperando al fin de semana, pero ahora se me hacen eternas, que un viernes a su lado es el mejor regalo, que adoro que cuando salgo a las siete este esperándome en el banco de siempre con la misma cara de embobado que el primer día. Que adoro que vaya por la calle y no le importe cogerme de la mano. Que me bese, que me abrace y que me vuelva a besar porque ya echa de menos mis labios. Que si sonrío demasiado últimamente que no te quepa la menor duda que es por su culpa. Que le quiero y cada día más, pero eso ya lo sabe él. Que ahora ya no quiero a nadie a mi lado que no sea él. No lo entiendes, ¿verdad? Me lo imaginaba, es difícil de entender y yo precisamente no me explico muy bien, en fin, llegara un día que te pase a ti, entonces lo entenderás y sentirás impotencia al saber que casi nadie te entiende, que casi nadie se para a ser feliz y amar.

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