09 septiembre 2011

El dolor ha llegado antes de lo que esperaba, si. Hoy es jueves y son casi las once y media y no esperaba al dolor hasta mañana a las siete de la tarde. Se que me pediste que lo espantase y lo evitase y te suplique que no me lo pidieses. Pensaba que esta vez el escudo que llevaba unos meses usando para no cogerte cariño también sirviese frente al dolor, pero no, el dolor ha sido mucho más fuerte, y si te soy sincera, el cariño y el amor también lo han traspasado. Se que solo son dos días los que llevo apartada de ti, pero parece que sean meses. Ya no recuerdo tus ojos, ni tus labios buscando los mios, tampoco recuerdo tus dedos perdiéndose en mi cuerpo, ni mucho menos tus tonterías, pero que más da. Puedo echarte en falta pero no más, puedo llorar detrás de mi sonrisa, retorcerme de dolor o hacerme la fuerte delante tuya para aparentar que no me ha jodido todo esto, pero eso no cambiara nada. Lo que daría porque tus dedos se volviesen a perder en mi cuerpo y poder vivir unos días más a tu lado.

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