¿DÓNDE COÑO ESTAS? ¿DÓNDE? ¡TE ECHO DE MENOS!
¿Dónde te metes cada vez que abro la puerta de casa y no
estas? ¿Dónde te metes cuando cada mañana salgo a desayunar? ¿Dónde estas cada
fin de semana desde hace tres semanas? Ya no te oigo lloriquear hasta que
salimos los cuatro. ¿Dónde te vas cada sábado que vamos a casa de los abuelos?
¿Dónde te escondes cada tarde a las seis y poco? ¡Explícamelo joder!
¿Es verdad que te has ido? Porque parece ser que si, no me
lo creo, no quiero aceptarlo, te quiero aquí conmigo joder. Me he tragado demasiadas lágrimas a lo largo
de estas tres semanas, he evitado pensar en ti, he evitado mucho más hablar
sobre ti y muchísimo más escribir para despedirte. Pero parece ser que esto es
cierto, muy jodidamente cierto. No voy a negarte que cada vez que cierro los
ojos veo aquella ultima mirada tuya, esos ojos y esa mirada que solo tu tenias.
No voy negarte que cada vez que entro a casa sigo mirando hacia abajo a ver si
por casualidad vuelves, no puedo negártelo. Ni mucho menos voy a negar que cada
vez que tu collar suena pienso que vas a aparecer por la puerta de mi habitación
a pedirme tu pelota azul que esta aquí esperándote, no puedo joder. Todos en
casa y fuera de ella te echan de menos pequeño, y yo hago como si nada, me he
puesto un escudo aparentando normalidad, que no ha pasado nada y que no me
importa, ¡PERO QUE COJONES! ¡YA NO PUEDO ESCONDERME MÁS JODER! Te necesito aquí,
te necesito, te necesito, te necesito… Hubiese dado mi vida por que siguieses aquí,
porque siguieses siendo todo lo pesado que eras con tu pelota, porque cada
tarde tuviese que bajaste. Muchas veces siento que no estuve a la altura y que
no supe valorarte y me odio por eso. Espero que puedas perdonarme por no
haberte querido bajar en algún momento o no haberte hecho todo el caso que te merecías.
Te quise, te quiero y te querré pequeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario