La vida suele sorprendernos, te da cosas buenas y malas, te
hace reír a carcajadas unas veces y otras sin embargo llorar desconsoladamente,
te da o te quita personas.
Y esta historia se basa en que la vida me sorprendió y puso
en mi vida una persona que se llama Esther. Cuando la conocí en el vestuario de
natación no sabía lo que el futuro me tenía preparado junto a ella. Pero a día
de hoy solo puedo decir que es muy grande y que le agradezco a la vida por
haberla puesto en mi camino. Ella es una de las personas más alegres que
conozco, incluso en las peores situaciones; también he de destacar, que
pertenece al grupo de personas fuertes, muy fuertes, la que ha luchado contra
mil cosas y le ha dado igual el resto del mundo. Para mi ella esta en el grupo
de personas que siempre esta en las buenas pero sobre todo en las malas. Y todo
esto ha surgido a raíz de un año y pico. Creo que he llegado a un punto en que
la miro y se exactamente lo que le pasa, preocupa, siente y sobre todo lo que
necesita. Me ha aportado un poco más de locura, una pizca de descontrol, nuevos
sentimientos y volver a sentir que hay alguien a mi lado apoyándome. La quiero
y creerme que cuando digo esto es porque es verdad, no me gusta usar ciertas
palabras si para mi no significan nada. Espero tenerla mucho tiempo a mi lado,
espero que sea una de las personas que te da la vida para que se queden, porque
es única.
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