Dicen que segundas partes no son buenas, que lo que no funcionó una vez, tampoco lo hará dos, que las cosas no cambian y las personas mucho menos.
Pero que hablen y ladren si lo creen necesario, que a mi me da igual, que se queden con sus normas no escritas, su amor reprimido, sus sentimientos calculados y prototipos, que yo prefiero quedarme contigo, con mis sentimientos desbocados, que me muera de amor y al minuto no quiera saber de ti, pero que a los dos minutos vuelva a estar colgada a tu cuello; que me apague un poco si paso mucho tiempo sin verte o simplemente porque llevo un rato sin darte un beso, que me sigo quedando con nuestra historia perfecta con mil y un fallos y sigo prefiriendo pelearme un millón de veces contigo a hacer el amor con otro, que joder somos tan humanos en nuestro pequeño mundo... y de mientras que sigan hablando, opinando o incluso mirándonos mal solo porque se mueren de envidia, ya que no hay nada más bonito que ver y recorrer el mundo de tu mano o agarrada a tu bolsillo de atrás, nada más bonito que comerte a besos en cada esquina, nada tan bonito como tú conmigo, como yo contigo, como nosotros.
¡Nunca me cansaré de repetirlo, me niego a perder de vista esos ojos azules!
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